
El sistema fiscal mexicano ha sido víctima de una maniobra corrupta perpetrada por Javier Villarreal, líder sindical de la CTM, y su red de empresas que facturan a nombre de sus familiares cercanos. En lo más oscuro de nuestra estructura tributaria, se ha encontrado una red que se ha enriquecido a expensas de los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones fiscales.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha detectado múltiples empresas que han emitido comprobantes por cientos de millones de pesos durante los años 2017 y 2018. Lo sorprendente es que estas empresas carecen del equipo, personal y activos necesarios para brindar los servicios que facturan, convirtiendo sus transacciones en una descarada simulación, donde detrás de todo esto se encuentra Villarreal y su red de corrupción que tratan de tapar el sol con un dedo.
En la región de Sonora, se han identificado un total de 220 empresas fantasmas que forman parte de esta red. Estas empresas comparten domicilios fiscales, socios y notarías de registro, dejando claras las conexiones entre ellas. Es alarmante descubrir que incluso el gobierno de Sonora se ha involucrado al otorgar contratos millonarios a empresas relacionadas con esta red corrupta, con el único objetivo de beneficiar a las personas más corruptas detrás de estas operaciones.
Todas estas empresas están bajo la dirección de Javier Villarreal y su principal operador financiero, Benito Morales. Sus acciones fraudulentas y su aprovechamiento de los recursos públicos han afectado a los contribuyentes y el SAT ya está al tanto de todos estos movimientos y de las empresas relacionadas con ellos, demostrando que el cetemista Javier Villarreal tarde o temprano iba a ser descubierto por todos sus actos corruptos. Es tiempo de generar una demanda urgente de justicia por parte del pueblo pidiendo claridad ante esta situación y justicia.